Hoy os traigo mi segunda clase práctica de
Educación Plástica. Os pongo en situación:
La clase anterior a esta, estuvimos viendo las etapas
gráfico plásticas de los niños. Estas etapas nos muestran la madurez de un niño
y como van pasando de unas etapas a otras sin saltos y que depende la edad
mental de cada uno. Los dibujos nos sirven para darnos cuenta del desarrollo
social, de la capacidad intelectual, del desarrollo físico, de la aptitud
perceptiva, del factor creador y del gusto estético de cada uno de los niños.
Estuvimos viendo como en la primera infancia los niños empiezan garabateando y
después llegan a una etapa preesquemática. En la infancia los dibujos pasan a
ser más esquemáticos y es ahí donde queríamos llegar con esta práctica, sin
pasar a las etapas posteriores.
En esta práctica debíamos dividir la hoja en cuatro
renglones y dibujar en ella varios monigotes, los cuales tenían diferentes expresiones
corporales. Para ello nuestro profesor nos dejó aproximadamente ocho minutos. A
mi me dio tiempo a dibujar hasta más de la mitad del tercer renglón, pero casi
nadie de mis compañeros llegó hasta ahí y lo peor es que nadie terminó todos.
Como reflexión, esta práctica sirve para iniciarse en el
dibujo del cuerpo humano y aprender a delimitar las proporciones del cuerpo humano
que se va a dibujar. De esta manera conseguiremos dibujar con movimientos
rápidos y sencillos y de una forma que resulte expresiva, porque en arte, menos
es más, ya que viendo estos dibujos tan simples podemos ver que acción está
realizando cada uno de ellos. Gracias a estos dibujos esquemáticos y a saber
delimitar las proporciones del cuerpo humano, en un futuro seremos capaces de
realizar un cuerpo humano con los volúmenes que le correspondan a cada una de
las partes del cuerpo porque tendremos en la cabeza una idea sobre cómo es la anatomía
del cuerpo humano. Esto es la primera fase de dibujo, esquemática, delimitando
las líneas.
Os dejo por aquí el resultado que conseguí:
Tras esto, empezamos a dibujar más figuras del cuerpo humano
de esta manera, pero en mayores dimensiones. Estas tenían mayor movimiento y
teníamos que fijarnos en los puntos de articulación de cada una de ellas
(cuello, columna, hombro, brazo, codo, muñeca, mano, cadera, rodilla, tobillo,
pies). Antes de empezar a dibujar, estuvimos viendo el canon de Policleto en el
que el cuerpo tenía unas siete cabezas y media, y después con Praxiteles y
Miguel Ángel, el canon de una persona adulta pasó a ser de ocho cabezas.
En mis primeros dibujos que eran de una sola figura, empecé
dibujando contorno a las dos primeras, pero el profesor me dijo que lo hiciera
esquemático como en la práctica anterior y así continué con mis siguientes
dibujos. Después en casa realicé la misma tarea, pero con cuatro parejas.
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