domingo, 17 de febrero de 2019

Y tú, ¿para qué dirías que sirve?

Bienvenidos una vez más a mi rincón virtual. Hoy os traigo la primera práctica que hicimos en el aula de plástica.  Para que entendáis el sentido de esta práctica, voy a contaros como se desarrolló la sesión y lo que yo opino al respecto.

En esta sesión empezamos viendo un video sobre Elsa Punset que trataba sobre como se puede ser tan creativo como un niño. A un niño cuando le das cualquier cosa y le preguntas que qué podría hacer con eso, te puede responder mil cosas porque su imaginación no tiene límites, sin embargo, si le hacemos la misma pregunta a un adulto, el promedio de respuestas suele ser de unas quince. A lo que quiere llegar Elsa Punset es que porqué se pierde esa imaginación, porqué un niño tiene una gran capacidad para crear e imaginar muchísimas cosas que pueden ser sorprendentes y con el paso de los años esto desaparece. En mi opinión creo que esto es un problema del sistema educativo, del entorno familiar y de la sociedad. Creo que está todo muy sistematizado, donde siempre hay que seguir las mismas reglas para actuar y esto no da lugar a que una persona pueda decir “y si yo hiciera esto de otra manera”. Si una persona actuara diferente se la etiquetaría de rara en esa sociedad, porque no es lo que la gente está acostumbrada a ver. Las escuelas están creando personas que deben seguir siempre un mismo patrón, y el que no se adapta porque es diferente, se le etiqueta como si fuera un residuo y se le expulsa. Este sistema debería cambiar para que se pueda prestar una atención a cada una de las necesidades y a los intereses de cada uno de los individuos, teniendo en cuenta que muchas veces los objetivos son comunes, aunque el proceso para conseguir esto puede ser diferente.
Nuestro profesor nos puso después estas imágenes. Primero debíamos identificar que era la imagen, después debatir si era arte, al cual respondimos que sí ya que es una foto y su finalidad es expresar, ya pueda ser expresar ideas, emociones, sentimientos, una visión del mundo, etc. Por último, nos hizo reflexionar para que sirve este objeto. Ahí es donde entra en juego nuestra imaginación y la teoría que explicaba Elsa Punset y mi comentario al respecto.
Primero tuvimos que dibujarlo en una esquina de un folio y después poner para qué podía servir. En mi caso escribí doce usos que podría darle a este objeto, teniendo en cuenta que, al ser una foto, este objeto puede ser de grandes o de pequeñas dimensiones. Doce usos, como decía Elsa Punset, el promedio de un adulto, y tuve que pensarlos, no me salían espontáneamente como les sucede a los niños. Con esto me he dado cuenta de que está en lo cierto, la imaginación no la cultivamos, no le damos apenas importancia al arte ni al cultivo de nuestras habilidades. Después tuvimos que repetirlo, pero al lado de el uso que le diéramos, teníamos que hacer un dibujo, para que sin leerlo, solo viéndolo, cualquiera sepa cual es la utilidad que tiene. 
Os inserto las imágenes y los usos que le he dado yo a esto, ¿Qué usos le darías vosotros?









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